En la vasta travesía de la vida, hay momentos que se destacan como auténticos hitos en nuestra existencia. Y uno de esos momentos, ese instante mágico y lleno de significado, es aquel en el que damos nuestros primeros pasos en el mundo corporativo. Es como si las puertas del universo se abrieran de par en par, revelando un sinfín de oportunidades y desafíos que nos aguardan con ansias. Es ese primer trabajo, querido(a) amigo(a), el que se convierte en el lienzo en blanco donde pintaremos nuestra historia personal y profesional.
Ese mismo año fui ascendido a Coordinador de equipo,
¨…Las personas no nos comprometemos sólo por un salario. El dinero y las recompensas materiales no garantizan el compromiso, lo que lo hace son las emociones que las personas, y proyectos con los que nos proponen comprometernos, nos inspiran…¨